Remigio Barrachina, el lado bueno de la amistad

Quien haya tenido el interés de leer mi anterior entrada recordara que al final del texto hablaba de la amistad que Camilo Sesto había forjado con un tal Barrachína, y de nombre Remigio. Hemos de saber que su amistad se remonta a cuando eran unos jovencitos.
Cuando Camilo termino los cuatro años de bachillerato, este ingreso en el colegio de los Salesianos.

Allí encontraría nuevos amigos, ilusiones y sueños. En esa época la docencia en estos centros lo dirigían los sacerdotes, y algunos como se ha observado ahora, tenían muy poco de docentes.
Para Camilo había un profesor que le hacia la vida imposible, ese era el profesor de matemáticas, Rafael Quintana. Se supone que su inquina se basaba en la asignatura que impartía, las matemáticas. En cambio, Camilo le acusaba de ser la única persona del lugar que no lo quería, además de ser un mal maestro. Para no insistir mas, los peores epítetos que pudieran existir, allí estaba Camilo para endilgar este.
En dicho colegio pudo conocer quien sería su mejor amigo, Remigio Barrachina.
En el plano musical, en la radio se transmitía las canciones de Antonio Molina y de Joselito, los cuales llegó un momento que le aburrieron.
En cambio, desde Iberoamérica aparecen aires nuevos, capitaneados por un joven locutor. Raúl Matas. Este programa se transmitía desde Chile, y mas tarde desde México, en el cual se oían canciones italianas, y de un cierto estilo, swing. Si imaginamos el movimiento del cuerpo, su origen y los instrumentos que lo acompañaban al swing, Camilo estaría encantado. El programa se llamaba "Discomanía". En España, La Ser era la encargada de transmitir los programas. Este locutor, quien halla seguido ciertos vídeos musicales de Camilo Sesto recordaran la gran admiración que existía entre ambos.

Algunos datos han sido obtenidos de wikipedia para dar mas información