Camilo y Laura, y sus horas de amor

La relación empezó desde el momento que Laura puso las maletas a Malpica en la calle, y Camilo se encontró como dueño y señor del cortijo. La pareja en si era muy diferente, ella era muy vehemente y temperamental, con acciones impetuosas que no se sabía donde iba a desembocar. Era tan pasional, que Camilo tenía que cumplir la figura de semental diariamente y sin replicar.

Como Camilo se quedó sin grupo donde actuar, tuvo la ocasión de participar en las actuaciones que realizaba Laura, y por tanto, el tiempo en que estaban juntos la pareja fue a mayor extensión.
Sus ansias de ser amada sexualmente eran poderosas y exigentes, tanto es así, que en cualquier lugar era una ocasión optima para satisfacer su pasión sexual.
En cualquier lugar como un cine, un parque o un ascensor, además de ser morboso, era oportuno ara ella. No importaba que hora fuera, si era de noche o era de día, cualquier momento era bueno para dar riendas sueltas al amor...
Afortunadamente, como es sabido en el inicio de una relación la pasión del cuerpo era mas fácil de despertar, y Camilo no iba ser menos...
Ella encendía la llama, y al final prendía la hoguera.