Laura y Camilo, un amor imposible de contener

Mientras el grupo se iba separando poco a poco apareció Teddy Ray. La descripción que realizo Camilo de él no era muy favorable, pequeño y liante. Tan liante era que había dispuesto una forma de caravana musical para ir a Salamanca, nada menos, que unos 300 kilómetros de distancia desde Madrid. Allí se encontraron todo un batiburrillo de cantantes, actores y de todo el circuito musical.
Todos pensarán que Camilo era muy travieso, pero Manolo Varela, amigo de Camilo, le iba a la zaga también, pues coqueteaba con la secretaria de Laura. Esta se llamaba Jacqueline, y menos mal que era su secretaria y mujer de confianza de ella, pues gracias a Jacqueline, Camilo pudo reunirse en su casa con Laly, y por lo que se refirió anteriormente, vino hasta la policía.

Y cuando van a la televisión, Camilo y Manolo Varela, para ver a Laura que acababa de actuar allí.
Aparece muy bella y extraordinaria, se asoma a la ventanilla del coche donde estaba Camilo, y le vacila con un comentario: ¡Ay, que niña tan rica!
Camilo ni corto ni perezoso le contesta enfadado en su orgullo: "Oye que no soy una niña. Soy un hombre. ¿No lo ves?
No olvidemos que era verano, y en ese momento Camilo estaba muy moreno y delgado.
Hemos de pensar que el comentario de Laura no era sincero, en realidad estaba deseando conocer a Camilo, y tanto es así que lo invitó a que le acompañase con todo el grupo.
La respuesta es lógica, y es muy fácil adivinarla, pues él estaba deseando estar con ella, una mujer muy bella, y como le gustaba la idea, no dijo que no... Y allí que se fueron todo el grupo.